Tras un inicio de temporada muy malo, Massa comenzó a arreglarlo en el gran premio de España en Montmeló donde acabó sexto por detrás de los intratables Brawn GP, los Red Bull y el Renault de Alonso que corría en casa. Continuaron los buenos resultados en Mónaco, Estambul y Silverstone, pero no fue hasta Alemania cuando consiguió subirse al tercer cajón del podio (mejor resultado de la temporada).
Acto seguido, cuando Felipe gozaba de su mejor momento, llegó el gran premio de Hungría en Hungaroring y sufrió su peor accidente hasta la fecha. Durante la segunda ronda de clasificación, en la zona más rápida del circuito, un muelle del Brawn de su compatriota Barrichello se soltó e impactó en la cabeza de Massa, dejándolo inconsciente y estrellándose a gran velocidad contra las protecciones. Sufrió un corte en la frente, una lesión en la parte izquierda del cráneo y una conmoción cerebral que le tuvieron apartado de los circuitos el resto de la temporada.
En los siguientes grandes premios (Valencia y Spa-Francochamps) fue Luca Badoer quien condujo su coche y a partir de Monza hasta final de temporada Giancarlo Fisichella.
Felipe Massa terminó la temporada 11º en la general con 22 puntos.
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